sábado, 1 de abril de 2023

EN LA FUENTE DEL GOCE

María Magdalena en la gruta. Jules Lefebvre

De ella se desprendía un perfume de jacintos que me calaba por entero, y no era el artificial de la esencia con que se perfumaba, sino el de ella misma, el de su piel, el perfume secreto de sus entrañas.

Henry Borbusse. El infierno

7 comentarios:

  1. Que casualidad..este fin de semana nos dió por los perfumes !!:)

    Cariños de alcachofa

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  2. Ese es el olor que permanece en la memoria,el que te subio al cielo y te bajo a los infiernos.

    Besos

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  3. Anónimo7:42 p. m.

    Bonito post. El olor siempre ha sido uno de los mayores afrodisiacos. ¿Cuántas veces nos habremos girado en plena calle buscando un olor? Luego, si no hemos identificado a la portadora, da lo mismo, el olor ha sido suficiente.
    Un beso
    Darrell Standing

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  4. Anónimo10:37 p. m.

    Ningún perfume puede superar el olor de la piel amada

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  5. Anónimo12:56 p. m.

    Pues sí, parece que anda caldeadita la cosa...si.
    La vida, que no cesa.

    Besitos.

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  6. Anónimo11:00 p. m.

    A mí me ha pasado algo parecido alguna vez. Hay olores y secretos que no contar que fascinan, y el olor del rastro del amor es un tesoro que trae un recuerdo feliz, ¿no?

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