De ella se desprendía un perfume de jacintos que me calaba por entero, y no era el artificial de la esencia con que se perfumaba, sino el de ella misma, el de su piel, el perfume secreto de sus entrañas.
Bonito post. El olor siempre ha sido uno de los mayores afrodisiacos. ¿Cuántas veces nos habremos girado en plena calle buscando un olor? Luego, si no hemos identificado a la portadora, da lo mismo, el olor ha sido suficiente. Un beso Darrell Standing
A mí me ha pasado algo parecido alguna vez. Hay olores y secretos que no contar que fascinan, y el olor del rastro del amor es un tesoro que trae un recuerdo feliz, ¿no?
Que casualidad..este fin de semana nos dió por los perfumes !!:)
ResponderEliminarCariños de alcachofa
Ese es el olor que permanece en la memoria,el que te subio al cielo y te bajo a los infiernos.
ResponderEliminarBesos
Bonito post. El olor siempre ha sido uno de los mayores afrodisiacos. ¿Cuántas veces nos habremos girado en plena calle buscando un olor? Luego, si no hemos identificado a la portadora, da lo mismo, el olor ha sido suficiente.
ResponderEliminarUn beso
Darrell Standing
Ningún perfume puede superar el olor de la piel amada
ResponderEliminarInolvidable.
ResponderEliminarSaludos
Pues sí, parece que anda caldeadita la cosa...si.
ResponderEliminarLa vida, que no cesa.
Besitos.
A mí me ha pasado algo parecido alguna vez. Hay olores y secretos que no contar que fascinan, y el olor del rastro del amor es un tesoro que trae un recuerdo feliz, ¿no?
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