El niño quería meterse en mi cama porque había un monstruo en su cuarto. Eso no. Estuve revisando los armarios con él, y cuando lo volví a acostar, me asomé bajo su cama y dije con tono amenazante:
-Mañana tenemos que madrugar. No me conoces cuando no duermo mis horas. Vamos a tener la fiesta en paz.
-Compréndeme tú a mí -respondió el monstruo.
De madrugada. Bernardino Contreras

¿Cuesta de septiembre dices, Indigo? Pero si a la vista de tus entradas de septiembre está... el mes te sienta de maravilla.
ResponderEliminarGracias por estos regalos a los que nos tienes acostumbrados, Indigo.
:) Abrazo grande.
¿Hay algún crío que no mire debajo de la cama?.
ResponderEliminarUy, me ha recordado "Los otros"!! o_O
ResponderEliminar..los niños siempre tienen la razón !! :-)
Besitos