
No todos los obsequios lo son.
Algunos son excusas o coartadas.
Otros, anticipación de disculpas o invitación al silencio.
Me has regalado un abanico, primoroso y único, pintado a mano, coqueto y exquisito...
Pero el aire lo quieres para ti.
Capitana...me ha encantado tu post de hoy.
ResponderEliminarDe lo mas sugerente que he leido en los ultimos tiempos....
Dile a tu capitan que lo disfrute junto con el aire.
Un beso,
Hilda
Puedes aprender el lenguaje de los abanicos y volverlo loco con todas esas piruetas. Salu2.
ResponderEliminarOtra gran posibilidad es llevarte tu su aroma...
ResponderEliminarUltimamente me tienes fascinada con tus nuevas pasiones...Aishhh...
No se puede querer el aire de otra persona. Hay que dejar respirar...
ResponderEliminarpara no ahogar...
Las lagrimas son agua y van al mar
Obsequio interesado?
ResponderEliminarMe ha gustado muchisimo . Besos
cuidese usted de los malos aires incluso los abanicos regalados los provocan :)
ResponderEliminarMe ha dado risa. Nosé si debía. Pero está muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo con la viuda: es un post muy bello..y la imágen me ha encantado !
ResponderEliminarDile que no sea egoista que cuando uno hace un regalo, ya no es propietario ni del aire- siempre tendrás la brisa marina, capitana-
Cariños de alcachofa
Muy bueno sí señor!!!
ResponderEliminarEs cierto lo de los regalos, se nota a veces el afán de protagonismo del regalante, o lo que quiere obtener a cambio ... sin duda, prefiero que me regalen aire, a ser posible, compartido ;)