Entre empresario y trabajador no media otra relación que la que existe entre un vendedor y un comprador; el trabajo es la mercancía vendida por el obrero; el obrero no puede ser considerado más que como una máquina de carne y de sangre.
Vaya un panorama lúgubre. En la empresa donde trabajo están unos cuantos que cobran una cantidad fija (empleados), y otros que cobran a veces mucho y a veces poco (patrones); apenas ninguna otra diferencia entre nosotros, tal vez sea algo mejor retribuida la responsabilidad que el esfuerzo, cosa que no debería extrañar a nadie. Dicen que solo sabes lo que es un paraíso cuando estás fuera de él; estoy dentro, pero sé que hay pocas empresas con un carácter así de idílico. Y ahora voy a rezar un poco para que no se borre el comentario, como lleva un par de días pasando....
Vaya un panorama lúgubre.
ResponderEliminarEn la empresa donde trabajo están unos cuantos que cobran una cantidad fija (empleados), y otros que cobran a veces mucho y a veces poco (patrones); apenas ninguna otra diferencia entre nosotros, tal vez sea algo mejor retribuida la responsabilidad que el esfuerzo, cosa que no debería extrañar a nadie.
Dicen que solo sabes lo que es un paraíso cuando estás fuera de él; estoy dentro, pero sé que hay pocas empresas con un carácter así de idílico.
Y ahora voy a rezar un poco para que no se borre el comentario, como lleva un par de días pasando....
Cierto,
ResponderEliminarla oferta y la demanda de carne de cañón.
Eso lo tomó Marx y fíjate la que armó!!!
Muchos besos.
Pues si que suena fuerte si...y eso que el trabajo dignifica .
ResponderEliminarBesos.