
El trabajador se vendió al mayor postor en el mercado de la mano de obra.
Su trabajo no era una manifestación de orgullo personal y de capacidad sino un producto, cuyo valor variaba según la cantidad de otros trabajadores que estuvieran disponibles para realizar la misma tarea.
Técnica y civilización. Lewis Mumford
Y la realidad hizo que pusiéramos los pies en la tierra. Buen finde
ResponderEliminarSi ya el post alerta sobre el impacable futuro que se nos viene encima, el título da escalofríos....
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