Y además, por supuesto, estaban los ojos... aquellos lagos de un azul profundo sin el menor blanco, secretos, misteriosos. Jessica se esforzó por no afrontar su mirada.
Hay miradas que hablan por si solas, y hay miradas que sin movernos y sin girarnos producen paisajes hermosos como este cuadro. un beso, me encanta tu blog de instantess
Hay miradas que hablan por si solas, y hay miradas que sin movernos y sin girarnos producen paisajes hermosos como este cuadro.
ResponderEliminarun beso,
me encanta tu blog de instantess