Sueño dorado. William Lees JudsonCierro los ojos bajo el solcito romano. Pasás por Roma, sol, y dentro de unas horas pasarás por lo que fue mi casa, no llevándome sino iluminando sitios donde falto, que reclamo, que reclaman por mí.
Los vas a calentar de todos modos, exactamente cuando de frío temblaré.
XI. Bajo la lluvia ajena. Juan Gelman
Qué hermoso y triste (dolorido) fragmento... muy bonito.
ResponderEliminarMe gusta mucho este poeta argentino que además se comprometió hasta el final con su país.
Gracias por recordármelo, me toca cambiar hoy de poema y pondré uno suyo.
Un abrazo.
Cada día un poema, un verso al menos, que nos ponga la belleza delante de las narices: ese regalo sí es nuestro. ¡No seamos tacaños!
ResponderEliminarGracias por estar siempre tan atenta.
Un besazo.
Juan Gelman es Juan Gelman. Lindo.
ResponderEliminarTe invito a pasearte por mis barrios.
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Ana Rosa