Rebecca Campbell
"Una biblioteca es el paraíso", así dijo Jacobo Siruela en una entrevista. Soy del mismo parecer, aunque reservaría esta cota para las grandes bibliotecas, familiares o institucionales, las que albergan en su vientre años y tesoros. Las bibliotecas personales, al menos la mía, más que un paraíso, es un jardín estacional y cambiante, que se adapta a mi espacio, a mi tiempo y a mi historia. De los libros me importa lo que me dicen, lo que me hacen sentir, lo que me enseñan; como objetos en sí mismos, muy pocos de los aproximadamente mil que viven conmigo, son esenciales para mí.


Los suelo acompañar de esta dedicatoria:
Libros hay de todo tipo, como personas en el mundo. Este que tienes en tus manos es un libro viajero: ha ido muchas veces de mis estanterías a las de mis amigos y siempre ha hecho el viaje de vuelta. Ha llegado el momento de una mudanza más definitiva, de un traslado a tu biblioteca, necesita un cambio de aires, oír nuevas voces y acostumbrarse a otros aromas, que lo miren con miradas nuevas. Confío en que vuestra amistad y convivencia sea tan complaciente como la nuestra.
Catrin Welz Stein
Me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo. El día que me llegó el ejemplar de Hazlitt, se abrió por una página en la que leí: "Detesto leer libros nuevos". Y saludé como a un camarada a quienquiera que lo hubiese poseído antes que yo.
84, Charing Cross Road. Helene Hanff
Ayer escuché esta frase, "quien lee no está solo", se la ponian en la boca a C.S.Lewis, autor de "las crónicas de Narnia" entre otros libros, gracias a la pelicula "Tierras de penumbra".
ResponderEliminarSaludos
Mil libros.
ResponderEliminarClaro, siempre suele estar esa cita oculta en algún libro regalado o dejado (perdido, roto u olvidado).
Mira de guardarlos lejos de humedades.
Para no tener un criadero de pececillos de plata....
Me encanta. Qué bien has expresado lo que yo también pienso. Preciosa entrada.
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