sábado, 26 de noviembre de 2011

Velocidad de crucero

Amor, Psique y mini. Zoe Marmentini

Mil leguas en un minuto.
Mil leguas en la piel de una pulgada.


El ultimo placer. Pedro Pérez-Clotet

jueves, 24 de noviembre de 2011

Busca y compara

La TV es el espejo en donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.


Federico Fellini

lunes, 21 de noviembre de 2011

La equivocación

Un campo amarillo. Consuelo Mendez

Perdí mi estrella
y confundí el camino.


Renuncia. Alejandro Duque Amusco


El poema completo en mi bodega

martes, 15 de noviembre de 2011

La pregunta

-¿Qué harás -le grité- cuando la lucha entre los hombres no sea ya la lucha por el dinero?

Vino pródigo. Italo Svevo

lunes, 14 de noviembre de 2011

Altos vuelos

Beatriz Martin Vidal

los hombres odian
presumen sueñan pero
las aves vuelan

Rincón de haikus. Mario Benedetti

viernes, 11 de noviembre de 2011

Hay muchas formas de fomentar la lectura

Fongwei Liu

Una tarde, en su mesilla de noche, vi una novela que se titulaba Balthazar; a la otra semana tenía en el mismo lugar Mountolive. Le pregunté entonces si era su escritor favorito. "Uno de ellos", me contestó mientras se sentaba en el lecho, completamente de porcelana su piel desnuda. "Esta novela pertenece al ciclo del Cuarteto de Alejandría", me dijo. Desde entonces, leí a Durrell con verdadera devoción y el Cuarteto es una de las novelas favoritas de mi biblioteca cotidiana.

Marie Brizard. J.J. Armas Marcelo

jueves, 10 de noviembre de 2011

El deber de gastar

Desayuno. Berta Saball

En una sociedad que no conoce otros ideales, el hacer gasto se convierte en la principal fuente de placer: finalmente, equivale a un deber social.

Técnica y civilización. Lewis Mumford

lunes, 7 de noviembre de 2011

Tu mirada es el paisaje (LXXIX)

Paul César Helleu

¡Señorita!
Al oír la educada llamada la muchacha volvió sus bellos ojos hacia él dudando, pues no sabía a ciencia cierta si era con ella con quien había querido hablar. El viejo recibió tanto placer de aquella mirada brillante que su enojo disminuyó.

El viejo y la jovencita. Italo Svevo