Del mismo modo que el lenguaje nos utiliza y nos moldea hasta el punto de que, más que hablar con él, somos hablados por él, mi padre parecía hablado por las herramientas que tenía siempre al alcance de sus manos.
Así te vendes, así te compran. No todo se encuentra en las estanterías del mercadona: lo esencial no tiene precio y está muy cerca de ti, dentro de ti.
Los hombres se sentaban a la sombra junto al río Salen y comían fruta; las muchachas reían, se peinaban el cabello y tenían unos ojos como los que se ven en los sueños.