La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos.
Sería estupendo que la felicidad fuera tangible y se pudiera comprar, regalar, vender. Pero la felicidad es arena sin molde, agua sin cauce; palabra llena de azar.
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Sería estupendo que la felicidad fuera tangible y se pudiera comprar, regalar, vender. Pero la felicidad es arena sin molde, agua sin cauce; palabra llena de azar.
Un abrazo, compi
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