Aunque la venganza viole el código civil y los preceptos religiosos, es un placer del que me parece estúpido privarme. Cuando se consuma procura, como el amor, un alivio interior. A decir verdad, es la mejor forma de encontrarse en paz con una misma y con el mundo.
La cocinera de Himmler
Franz-Olivier Giesbert
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