lunes, 2 de septiembre de 2024

EL INFIERNO OMNIPRESENTE

Santi

El infierno quedaba a la vuelta de la esquina, se podía ir dando un paseo, a veces bastaba tropezar en una piedra para caer en él. Si esa noche te habías masturbado y morías, ibas al infierno. Si habías chupado un caramelo antes de comulgar y morías, ibas al infierno. Si te atacaba en medio de la clase de Lengua un pensamiento impuro y morías, ibas al infierno... Afortunadamente la confesión ponía el contador a cero.

El mundo
Juan José Millás

Así eran aquellos años. Nací en el 59 y algo me tocó de ese tenebrismo, aunque mi generación pronto comenzó a liberarse de ese yugo. Llegué a los catorce años en pecado mortal por no haber confesado a tiempo una falta protocolaria, ni siquiera moral. Pesaba. 

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