Una persona mayor, o bien se resigna a ser quien es, ese lamentable resto de sí misma, o no se resigna. Pero ¿qué puede hacer si no se resigna? No puede hacer otra cosa que aparentar que no es quien es. No puede hacer otra cosa que crear, en una trabajosa ficción, todo lo que ya no existe, lo que ha perdido; debe inventar, crear y mostrar su alegría, su vitalidad, su camaradería. Tiene que recrear su imagen juvenil y tratar de confundirse con ella y transformarse en ella.
(Milan Kundera. El libro de los amores ridículos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario