Bruno Di Maio
Tres cosas distinguen el vivir del alma del vivir exclusivamente del ego, y son: la capacidad de percibir y aprender nuevas maneras de hacer las cosas, la tenacidad de recorrer un camino accidentado y la paciencia necesaria para aprender a amar profundamente y durante mucho tiempo. Pero el ego tiene tendencia e inclinación a evitar los aprendizajes. La paciencia no es lo suyo.
Mujeres que corren con los lobos
Clarissa Pinkola Estés
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