Myrna Mark, prestigiosa antropóloga guatemalteca, fue asesinada por los militares de su país el once de septiembre de 1990. Le arrebataron la vida porque Myrna realizaba escrupulosos trabajos en los que denunciaba los sufrimientos y atrocidades padecidos por las comunidades mayas a manos de los militares.
Este crimen hubiera quedado impune, como tantos otros en Guatemala, si Myrna no hubiese tenido una hermana, Helen, inasequible al desaliento y dispuesta a no olvidar. Helen creó la Fundación Myrna Mack, dedicada a la memoria de su hermana y a la lucha para que se hiciera justicia.
Al fin, en noviembre de 2003, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó sentencia condenatoria contra el Estado de Guatemala imponiéndole la realización de un acto de reparación pública de asunción de culpabilidad.
En esta larga lucha de la justicia contra el aparato militar, hubo más víctimas. Fue asesinado el policía José M. Mérida por mantener y firmar el verdadero informe policial y negarse a hacerlo con el informe falso ideado por los militares. En total, fueron dieciséis los jueces y magistrados que conocieron de la causa, todos ellos violentados por amenazas; amenazas que alcanzaron también a los testigos, seis de los cuales hubieron de abandonar el país.
Un premio justo y necesario. Prudencio García
1 comentario:
No conocía este personaje, pero siempre me sucede que cuando leo estas muestras de entrega y valentía, las ganas de seguir adelante me superan.
Un abrazo...Interesante blog.
Publicar un comentario