Con el aire triste y dorado de tu mano
empujaste las gafas
por la pendiente de tus pensamientos,
y sin asilo quedaron
los dos valles de silencio de tu mirada.
El pliegue de unas violetas
enmarcó entonces tus ojos
y te fuiste alejando
hasta alcanzar la luz quieta del cansancio enamorado.
Desprendidas de la sombra en ramas de tu frente
tus gafas fueron a la deriva
entre el vaho de un cielo de rostros.
Y en su último resplandor me besó tu memoria.
Javier Lostalé
5 comentarios:
Pues sí, son las gafas de sol un escondite de los mejores, si bien lo ha dicho mucho más "bonito" Javier Lostalé.
EL día 6 de septiembre concretamente ocultaron unos ojos enrojecidos por el llanto de la visión de alguien que lo intuía pero, afortunadamente, tuvo los dos segundos sde lucidez básicos para no quitárlas de los ojos como pretendía cuando se acercó a ellas ... Son el mejor escondite para los que no pueden evitar que sus ojos hablen por ellos.
Por cierto, son uno de mis complementos preferidos ;)
Definitivamente...ella se alejó ! :-(
Besitos dorados capitana
Aun siguen existiendo armaduras...
Mil y un beso...
Gafas tintadas para ojitos que no saben decir mentiras. Salu2.
Qué lindo poema.
Yo no se qué cosa es usar gafas de sol: uso lentes permanentes, lentes de miope, y no puedo sacármelos para, encima, agregarle una lámina oscura a mi vista ya corta.
:)
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