Pertenece al grupo de economistas más destacados del s. XX.
Profesora en la Universidad de Cambridge desde 1931, no llegó a ser catedrática hasta 1965.
Nunca le dieron el Premio Nobel, lo que ha sido considerado uno de los más tristes e injustos tratos deliberadamente discriminatorios.
Defendió la necesidad del estudio de la economía, aunque sólo sea para "aprender a no dejarse engañar por los economistas".
1 comentario:
Sin un euro en el bolsillo nada hay que temer de los economistas....
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