Las tres mujeres de Sima Ku habían empleado todos los remedios populares y todas las clases de medicamentos que había a su alcance para paliar los dolores de la espalda quemada y congelada del hombre que compartían. La primera esposa le había puesto una escayola, que la segunda esposa le había quitado para lavar la zona con una loción que había preparado mezclando una docena de extrañas hierbas medicinales, después de lo cual la tercera esposa la había cubierto con un polvo compuesto de hojas aplastadas de pino y de ciprés, raíces de encina, clara de huevo y bigotes de ratón chamuscados. Con tanta actividad, que hacía que su espalda estuviera húmeda en un momento determinado y seca un instante después, a las viejas heridas se les unieron otras nuevas. Llegó un momento en el que Sima Ku se envolvió en una chaqueta impermeable que se cerraba con dos cinturones de cuero y en cuanto veía que alguna de sus tres esposas se acercaba a él, levantaba el hacha por el aire o cargaba el rifle.
Grandes pechos amplias caderas. Mo Yan
3 comentarios:
la poligamia debería ser de signo contrario los hombres con nuestra naturaleza competitiva la tendrían como una reina :)
No todo iban a ser batir de palmas , Todo tiene sus contras ..
Que bien pasar otra vez por aqui. Besos
Jajaja es la desventaja de la poligamia, sí.
(Pero no dejaré de militar por ella).
:)
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