jueves, 29 de octubre de 2009

Todos contra todos


El trabajador se vendió al mayor postor en el mercado de la mano de obra.

Su trabajo no era una manifestación de orgullo personal y de capacidad sino un producto, cuyo valor variaba según la cantidad de otros trabajadores que estuvieran disponibles para realizar la misma tarea.

Técnica y civilización. Lewis Mumford

2 comentarios:

Edanmir dijo...

Y la realidad hizo que pusiéramos los pies en la tierra. Buen finde

Toy folloso dijo...

Si ya el post alerta sobre el impacable futuro que se nos viene encima, el título da escalofríos....