sábado, 26 de febrero de 2011
Cupido da en el blanco
Su larga y ondulada melena enmarca su rostro. Su nariz, perfectamente delineada, es tan diminuta que me pregunto cómo conseguirá respirar; en mi opinión, está ahí solo de adorno. Baila como un pajarillo en equilibrio sobre tacones de aguja, andamios femeninos. Sus ojos son inmensos; uno puede perderse mientras escruta en su interior. Y en ellos se lee una determinación feroz. Alza la cabeza con porte altivo, como una bailaora de flamenco en miniatura. Sus pechos parecen un par de merengues tan bien cocidos que sería pecado no comérselos ahí mismo.
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4 comentarios:
Qué bonito texto, indigo. No conocía el cuadro...
Un abrazo.
este texto es fascinante. leí este libro no hace mucho. Ahora ha salido un segundo libro "la alargada sombra del amor". no lo leí aún. me fascina el estilo que emplea al describir este instante para decirnos cómo cupido da en el blanco; el título que empleaste ha dado en el clavo.
besos
Celebro que os guste. El libro es un bonito cuento, una historia original con un lenguaje joven y sugerente. Una lectura fresca recomendable para todas las edades. Bonito para regalar.
Saludos
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