Cierran las librerías. Siempre fue difícil vender cultura y educación; ahora más. Cerca de casa, hasta hace unos días, había una: La cuentacuentos. Pulcra, coqueta, queriéndose parecer a las pequeñas librerías inglesas. Centrada en libros infantiles y juveniles, especializada en Lorca y María Zambrano. Su dueña derrochaba ilusión en la apertura y ahora llora lágrimas de desconsuelo por no haber podido convertir en éxito su aventura. En su lugar, no han puesto un café bar ni arriba una pensión, sino uno de esos tallercillos sabatinos de tartas y madalenas que nos parecieron originales en su día pero que ya cansan por repetidos. En su interior, aún permanecen pintadas en la blanca pared las letras de Federico García Lorca, que ahora parecen más tristes y más solas:
... Y que yo me alejé de tu lado queriéndote sin saberlo. No sé cómo son tus ojos, tus manos ni tus cabellos. Solo me queda en la frente la mariposa del beso.
The butterfly book. Mary Jane Ansell
En esta vida de tango que vivimos recortamos espacio al papel y tiempo al gusto de leer. Es triste.
3 comentarios:
No me sorprende que especializándose en libros de niños/jóvenes que no dan dinero o en poetas como Lorca o ensayistas como Maria Zambrano, andaluces los dos, que es como decir hoy vagos y maleantes, esa librería no se fuera al garete, puede que hubiera durado un poco más si hubiera vendido "Holas" e "intervius".
Vivimos unos momentos que, entre crisis y el grito de algunos de !!muera la cultura!!, estamos que nos salimos, no se de donde, pero nos salimos.
Un abrazo.
Un motivo más de duelo para anotar (a mano) en la agenda.
Qué pena...¿Y a Cristiano Ronaldo cuando lo van a cerrar?
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