Comencé a trabajar a muy temprana edad, mi papá tuvo que acompañarme a firmar el contrato de trabajo. Por eso mis estudios han seguido unos caminos poco habituales. De joven, me conformé con una titulación media en administración ¡que todavía me da de comer! Ya funcionaria, inicié y dejé Derecho a la mitad. Paréntesis de diez o doce años. En el 2002 retomo la carrera mediados ya mis cuarenta… ¡y me enamoro de ella! Y, cosas de la vida, caigo a los pies de la asignatura más temida por mí, Economía. En la primera clase, mi estimado profesor Juan Carlos Martinez Coll, nos cuenta que cuando él estudiaba, su profesor de Estructura Económica, les dijo “no olviden ustedes, cuando sientan que se pierden entre números, estadísticas, cuentas, balances, etc... no olviden ustedes que hay una montaña más alta que ninguna y que ésta se llama HAMBRE”. El que daba este consejo a mi profe, que a su vez me lo dio a mí, era José Luis Sampedro. Desde entonces es también mi maestro, uno de mis sabios de cabecera.
Siempre he pensado que, aunque no la justifique, no es igual la violencia del trabajador explotado que la del rico explotador.
José Luis Sampedro. Ideal, 7-11-10
2 comentarios:
José Luís Sampedro, siempre tiene algo interesante que decir. Algo que parece simple pero que está impregnado de un hondo calado. Me gusta, y me enamoró su libro "La vieja sirena" que tiene una historia en mi vida y que he leído al menos tres veces.
Esa montaña del hambre en el llamado primer mundo la encubrimos con otra llamada despilfarro.
Muy interesante la entrada.
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