La muchacha de los ojos verdes. Henri Matisse
La pelirroja nos miró cuando entramos, con ojos que eran intensos resplandores verdes en su rostro hermoso e inexpresivo... Denise tomó la copa que tenía cerca y bebió un sorbo, mirando la bebida, pero Nan no apartó sus increíbles ojos de los míos. Eran tan verdes como los de un gato en la oscuridad, pero amplios y bien abiertos, llenos de sinceridad. Sin embargo, salvo los ojos, el rostro de Nan carecía de expresión, estaba vacío.
El percherón mortal. John Franklin Bardin
No hay comentarios:
Publicar un comentario