Bogdanov Belsky, Nikolay
Un periódico atrasado -otra vez!- me
ha traído una luctuosa noticia. He sabido hoy, ocho meses más
tarde, de la triste muerte de Rafael de Cózar, un poeta ocurrente
que me ha hecho gozar con sus versos. Cual caballero andante, Cózar
murió extintor en mano queriendo salvar de las llamas su riquísima
y querida biblioteca. No consiguió salvar los libros, pero tampoco
se separó de ellos. La vida tiene ocurrencias desproporcionadas y
desconcertantes.
Lamento de veras su muerte, he perdido
a uno de mis favoritos; suyo es uno de los pocos poemas que me sé de
memoria, que recito de vez en cuando, a veces en silencio, a veces
gritando, en ocasiones susurrando...
Desde ahora lo recitaré también para
recordarle. Gracias y hasta siempre!
Me acostumbré a vivir
con los que ya no estáis.
Sobre ti, las estrellas.
Muy pronto sobre mí.
Poniente. Joan Margarit. Misteriosamente feliz, 2008
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