Doris Lessing
Somos parte de una época que se distingue por una sorprendente inventiva, las computadoras y la Internet
y la televisión, una revolución. No es la primera revolución que nosotros, los humanos, hemos abordado.
La revolución de la imprenta, que no se produjo en cuestión de décadas sino durante un lapso más
prolongado, modificó nuestras mentes y nuestra manera de pensar. Con la temeridad que nos caracteriza,
aceptamos todo, como siempre, sin preguntar jamás “¿Qué nos va a pasar ahora con este invento de la
imprenta?”. Y así, tampoco nos detuvimos ni un momento para averiguar de qué manera nos
modificaremos, nosotros y nuestras ideas, con la nueva Internet, que ha seducido a toda una generación
con sus necedades en tal medida que incluso personas bastante razonables confesarán que una vez que
se han conectado es difícil despegarse y podrían descubrir que han dedicado un día entero a navegar por
blogs y a publicar textos carentes de todo sentido, etc.
Elena Odriozola
LEER ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO
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