Dominik Jasinski
Ella entró en nuestra casa cuando él estaba detenido. La dejé entrar. Yo mismo le abrí la puerta; por aquél entonces siempre abría yo la puerta porque al no estar él allí, el colegial se había convertido en el hombre de la casa para mi madre y mi hermana. Entonces, yo componía mi expresión pensando enfrentarme a la policía que venía a registrar la casa de nuevo. Pero se trataba de una mujer rubia, con la mirada franca y la presuntuosa sonrisa de disculpa propias de la gente que viene a ayudar.
La historia de mi hijo. Nadine Gordimer
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