Las instituciones públicas nos representan a todos, y por ello no pueden estar en manos de ideas o colectivos que no las administran defendiendo el bien público como bandera, y nunca mejor dicho porque de banderas se trata. Una juez ha recordado al Ayuntamiento de Cádiz que ya el Tribunal Supremo se manifestó contra "la utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en edificios y espacios públicos". El argumento legal y objetivo (la ley no lo permite), encuentra diversas razones lógicas, como puede ser que una bandera privada no es estandarte de lo público; o que una minoría no es modelo de toda la sociedad, etc.
Nada de esto es suficiente para que el consistorio gaditano, acate. Y actos iguales o similares se repiten en otros ayuntamientos españoles.
La democracia se sustenta en unos cuantos principios fundamentales cuyo fin último es la convivencia pacífica de todos los ciudadanos. Uno de estos pilares básicos es la separación de poderes y otro, el respeto de la ley. Ambos se conculcan con estas acciones partidistas de los cargos públicos, porque la acción de partido no nos representa, pero el cargo público, sí.
Saludos desde la selva.
2 comentarios:
Ya mismo la asociación de abogados cristianos denunciará en los juzgados la presencia del arco iris, ya que sus colores son los que representan al colectivo LGTBT, y para machotes, como en España, en ningún lado.
Saludos
Junto a las banderas oficiales, ahora ya no se podrá poner la del equipo deportivo local al día siguiente en que suba de categoría. Un "flyer" de Cocacola, ya sabemos que no pero, ¿un símbolo tampoco?. El TC. en su manía de poner puertas al mar, se mete en cada jardín....
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