En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra. Fue fusilada.
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.
La oveja negra. Augusto Monterroso
3 comentarios:
Creo que van a fusilarme, y estoy cagaíta de miedo !!! O_O
Besos capitana !
Que banner tan bonito, niña !!!! :-)
Es bárbaro este texto.
:)
Y la foto me da ternura. Dan ganas de apapachar a la oveja.
Jajajaja, es buenísimo. Monterroso es uno de los grandes.
Un beso
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