Eduardo Naranjo
... nieva suavemente la aurora del deseo...
Callaron. El placer asomaba a los dedos de Mathieu. Bajó lentamente su mano, la pasó por la espalda de Marcelle, y ésta entornó los ojos; vió él sus negras y largas pestañas. La atrajo hacia sí: no era que la desease en aquel instante, sino más bien el capricho de ver aquel espíritu reacio y esquivo fundirse como pedazo de hielo al sol.
La edad de razón. Jean-Paul Sartre
No fue un sueño,
lo vi:
La nieve ardía.
Ángel González
... nieva suavemente la aurora del deseo...
Javier Lostalé
8 comentarios:
Qué desastre, Capitana....Leo y releo pensando que núnca me quisieron de forma tn elevada...
Debi matrimoniar con Sartre.
Los mios, mezclando nieve y sol, optaban por duplicar el factor de protección solar.
Besos,
Hilda
Click, click, se puede...Que buena idea traer nieve en verano. Salu2.
Que mejor manera de saberlo...que fundirse en ella...
Mil y un besos...
Un placer es leer esto.
La nieve arde, sí, hermosa escena.
Un abrazo.
Madre mia.....vale , me pondre a leer y te hare un comentario general ( ya se que es imposible tratandose de ti... recularé entonces que decimos en mi tierra . )
Besos , luego vuelvo
Sarte, siempre tan existencialista..que jodio! no la deseaba, era el capricho de verla fundirse. Prefiero a González y a Lostalé..
A sus órdenes, mi capitana
Reconozcamos que el señor Sartre era un golfante adicto al sexo, pero será Simone de Beauvoir quien se lo eche en cara, por lo demás, fue un mito intelectual.
Saludos
Frase de una canción de Perales, inconfundible....
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