Jardín Botánico de La Concepción. Málaga
Ha roto la glicinia el hierro de la pérgola;
la dura ferrería se ha plegado
a una delicadeza tan antigua.
Jardín público. Álvaro García
Ha roto la glicinia el hierro de la pérgola;
la dura ferrería se ha plegado
a una delicadeza tan antigua.
Jardín público. Álvaro García
Y supe que no eran
recuerdos, no. Bajo la vieja pérgola
con glicinias, corría
jugando un niño, el niño
aquel que fui y que un día,
en cualquier gesto mínimo, detuvo
sus horas y dejó que yo siguiese
andando hacia la muerte.
Rafael Guillén
5 comentarios:
Glicina.
Cambie de geografía en mi adolescencia y desde entonces no la huelo más que en mis recuerdos. Su perfume dinamita para mi alma.
(Esta foto tiene fragancia)
Saludos !
Puse un comentario que no aparece, se habrá ido a oler las glicinas...
Solo dos semanas de flor, cada uno de los años que ha ido aplicando, lenta, pacientemente, su brutalidad.
Estas dos semanas marcan, situan un punto en el año.
Me inspiran cierta prisa, cierta inquietud inexplicable.
Qué bonitas, me encantan las flores moradas (enfrente dla casa de mis padres también había glicinias).
Y el verso de Álvaro muy hermoso también.
Son hermosas!
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