El disparate de la tristeza y
sus animales que
hurgan por todos lados
son más verdaderos que yo.
Estas palabras
son más verdaderas que yo.
Son materia y no tiempo,
en sus entrañas hay
una piedra que nunca se acaba.
Los hijos de los hombres creen
que mojarlas con vino
les quitará conciencia, fuego.
Hay palabras que esperan y nadie las toma.
Solas ahí en silencio florido.
La pretensión. Mundar. Juan Gelman. 2008
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