Una roca. Inma Díaz
Cuando un pensador pierde la capacidad y la fuerza para avanzar, comienza a asegurar que ha llegado hasta el fin. Es decir, confunde la verdad última con el límite de sus fuerzas. Llegado a este límite, mira a su alrededor y arrambla con lo que el entorno le proporciona para disponerse a elaborar una concepción del mundo. El auténtico investigador de la vida no tiene derecho a ser un hombre sedentario...
Lev Shestov
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