Aunque uno esté desanimado, aunque se muestre irreverente, no quiera hacerlo, no lo espere en realidad, no le apetezca, aunque se sienta indigno o no esté preparado, tropezará accidentalmente y de todos modos con el tesoro. Entonces al alma le corresponde la tarea de no pasar por alto lo que se ha encontrado, reconocer que el tesoro lo es efectivamente y reflexionar cuidadosamente acerca de lo que debe hacer a continuación.
Mujeres que corren con los lobos. Clarissa Pinkola Estés
3 comentarios:
Y se encuentra asi, de golpe.
Ese es el tema ¿que se hace despues con el tesoro?
Besos
Sabias palabras. Los tesoros siempre estan ocultos y aún a cielo abierto no son para todo el mundo visibles.
muy buen libro!!!!
me gusta tu espacio me parece que sigo cerca.
Saludo
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