El obispo Cirilo, molesto porque la mujer difundía las enseñanzas de los griegos contrarias a los dogmas cristianos, ordenó su ejecución.
Fue apaleada hasta morir y arrastrada a la iglesia principal de Alejandría, donde descuartizaron su cuerpo con tejas afiladas.
Desde entonces, las víctimas del fanatismo religioso son incontables.
Desde entonces, las víctimas del fanatismo religioso son incontables.
Innumerables, en fín, los damnificados por fanatismos de todo tipo, ya sean políticos, deportivos, económicos, mediáticos...
4 comentarios:
Qué horror....desde el 415 persistiendo en el mismo error...¡¡
Por lo que veo las cosas no han cambiado demasiado...un horror .
Besos guapa
vaya faena...
suerte que la religión de verdad (la de los hombres, y no de las iglesias) es harto más tolerante que todo eso
saludos!
Yo creo que eso ya viene de antes..recuerdas los sacrificios aztecas?
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