Pájaro amarillo. Hilary Dunne
Casidas de Andalucía
Wallada, hija del califa omeya Mustakfi, que murió envenenado, era una Safo andaluza. Aprovechando la disolución moral que trajo consigo la ruina del Califato, abrió un salón literario, que era como el faro de los literatos y los estetas de Córdoba. Allí se exhibía, libre de velos, en todo el esplendor de su belleza rubia, con versos eróticos bordados en las hombreras de su túnica, a la antigua moda de Bagdad.
Casidas de Andalucía
3 comentarios:
Tendríamos que tener mas capitanas que se borden textos eróticos en el hombro. salu2.
Que pena que las capitanas tengan que mostrar sus habilidades en sociedades en decadencia, y no cuando están en su pleno esplendor.
Mil y un besos...
Somos un poco capitanas tambien nosotros con una belleza mas espiritual pero el mismo amor a la poesia..
Te dejo un beso...
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