El que habla parece que goza de una Edad de Oro de su lengua, en la que todo se le da sin fatiga; al escribir, desterrados de ese mítico edén, hemos de laborear el suelo, abrirle surco con nuestro pensamiento. Como si una voz procesora nos hubiese sentenciado al inventar la escritura: "Ganarás la lengua con el sudor de tu frente".
El defensor. Pedro Salinas
1 comentario:
Eso es. Escribir es arar pero a puro golpe, sin arado ni bestia que ayude.
Buen finde
Publicar un comentario