Quebradizos como alas de libélula, van pasando los años, tan ciertos al final, tan infalibles. Tu piel bajo los besos está llena de heridas y la flor de tu sexo tiene un rincón de sombra. Más tu hermosura vieja sigue siendo un milagro, la inocencia feroz que explica cada verso.
Josefa Parra
2 comentarios:
Ufff. No sé si es hermoso o duele, o ambas cosas.
Ambas cosas, querida amiga, ambas cosas.
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