domingo, 18 de diciembre de 2011

Capitanas (LXIII)

Cesaria Évora

Empezó a cantar para ahuyentar la tristeza.

Cesaria Evora recorrió el planeta con sus mornas melancólicas y las alegres coladeras, pero siempre volvía a casa: necesitaba a los suyos y el mar. A ella le gustaba pasar horas mirándolo, aunque no se metía en el agua porque no sabía nadar. Aunque, como explicó una vez, le hablaba "como si fuera una persona. Una anciana me dijo que las olas crean una música que nosotros los humanos no entendemos".

En mi vida todo es música.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Que descanse en paz el cuerpo su música seguirá girando por el mundo sin cansarse.

Un abrazo.

hugo luna dijo...

!!!!