viernes, 17 de febrero de 2012

Levedad

Michael Parkes

Mi silencio y tal vez mi expresión de pasmo al verlo allí tan cerca y tan de sopetón le animaron a poner una mano sobre mis rodillas y acariciarlas como al descuido. Fue una caricia leve, pero definitiva, que se adueñó de todo mi futuro.

Nubosidad variable. Carmen Martín Gaite

5 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Eso no es levedad, es profundidad.

Saludos

Índigo dijo...

Sí, tienes toda la razón, no sé muy bien como titular este post; ahora se me ocurre que quizá pegue el título de Kundera, La insoportable levedad del ser.
Feliz finde, Emilio.

Cuentera personal dijo...

Gracias por refrescarnos con la magia de la Gaite.
Un abrazo Indigo

Arcoyflecha dijo...

Me encantó el libro cuando lo leí.....Puede que haga la friolera de más de 20 años ¿Es posible?
No salgo de mi asombro. Beso

Índigo dijo...

Sí, sobre 20 años; para mí es una relectura, un homenaje a mis dos amigas de aquel entonces.
Un beso.