Trampas y barrotes. Inma Díaz
Lo que más me ha impresionado ha sido la enorme protección que supone pertenecer a una élite, esa comodidad que ofrece el ámbito del club y que yo nunca he conocido. Pero soy muy consciente de que todo grupo exige la disposición a aburrirse unas cuatro horas diarias. A la larga, la diversión y los juegos de un club resultan terriblemente tediosos, y creo que es algo que puede aplicarse, incluso, a los clubs de jardinería, por muy útiles que sean en comparación con los clubs a secas.
La casa junto al mar. May Sarton
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