La belleza de las flores ajadas. Inma Díaz
Papá dejó de afeitarse. No se peinaba cuando salía de la cama. Tenía las mejillas infladas, anticipo de la hinchazón venidera. En su boca se oían truenos lejanos, y el aliento le salía húmedo y le olía a pasta de dientes olvidada.
(Tiffany McDaniel. El verano que lo derritió todo)
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