Emote. Raymond Klecker
Atado llevo el deseo
al hilo de tu mirada.
Salvador Rueda
En estos días se celebra en este pueblo la Feria de San Miguel, dedicada al patrón de la localidad. Ayer era festivo, la mañana fue casera y sosegada. Ya para almorzar compartimos rica mesa con amigos de siempre. Aún pasándolo muy bien, siempre regresamos algo empachados por la abundancia de comida y bebida y por la caudalosa sobremesa que le sigue. El resto del día pedía descanso, intimidad. Y eso lo regala a raudales Cartas a Sandra, un revivir del sentimiento de amor y fascinación de un marido por su esposa perdida, un estudio íntimo y sentimental sobre el dolor del paso del tiempo, del presente disuelto continua e irremediablemente en pasado y el pasado en nada. El libro saca lágrimas.Antes de encender las lámparas, pues ya la noche iba venciendo al día, me sequé los ojos y te abracé como si tuvieras diecisiete años, cuando ni siquiera te conocía, ni mucho menos te acercabas a mi vida.
4 comentarios:
Hay tantos hilos invisibles que nos atan. A veces es hermoso tenerlos, otras veces sería hermoso romperlos...
Un beso
Hilos que nos unen fuertemente a todos, tanto como en este mundo. (El de los blogs)
Besos...
Esos hilos son de fibra optica y contienen deseo y un monton de cosas mas mezcladas. Solo otros ojos deseosos pueden descodificar.
IMpresionante. Brutal.
Me la quedo.
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