viernes, 17 de agosto de 2007

Capitanas (XXVIII)


Es una de la escasa media docena de mujeres directoras de orquesta.

Mi vocación surgió poco a poco, como un embrujo.

Siempre he dicho que la música tiene una serie de valores añadidos que no se le reconocen, dota de paz interior, serenidad y te ayuda a relativizar las cosas.

Que la música esté en la educación de un niño es fundamental, porque aprende no sólo a oír sino a escuchar, desarrolla los dos hemisferios del cerebro, se supera muchas veces el miedo escénico, desarrolla la capacidad de sacrificio. Es un arte en el que no hay nada negativo.

La música es el lenguaje universal, une a los seres en momentos de emoción irrepetible por encima de la política, religión, sexo, raza, todo.



1 comentario:

M dijo...

Me gusta como describe su vocación, y su misión...

La música no sólo es elemental en la educación de un niño. Tambien lo es en la de un adulto...

Imagina envejecer sin ser capaz de disfrutar con el oido...


B x C