martes, 29 de enero de 2008

Tu mirada es el paisaje (VIII)

En el tuareg. Gonzalez Uribe

Cuando el patio estaba ya casi sumido en la penumbra, miré a Pepe. su piel de indio parecía contener toda la luz que quedaba en el ambiente; sus ojos chatos, de astucia animal, brillantes, como arrasados por las lágrimas, contemplaban exclusivamente a Dolores. Y de pronto, con un leve sobresalto, me di cuenta de que no tenía celos de ella sino de él.

Otras voces, otros ámbitos. Truman Capote



4 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida te da sopresas, sorpresas te da la vida ;).

Churra dijo...

No me extraña .....
besos

Gwynette dijo...

Truman Capote, barriendo siempre para casa. eh? :-)

Breve, pero intenso !!! :-)

Besitos, capitana, mi capitana

Persio dijo...

Truman se cayó del armario :)