jueves, 26 de enero de 2012

El poder de la palabra

John Everett Millais

Qué le dijo no importó gran cosa, no se recuerdan nunca las palabras cuya suma nos convence. Una por una no las hubiéramos creido jamás.

Mal de amores. Ángeles Mastretta

2 comentarios:

HLO dijo...

Cuánta razón tiene: las plabras aisladas son verdaderos abismos y juntas forman senderos por donde transitar (incluso cogidos de la mano).

Un besote, compi

Modular dijo...

¡Qué bien lo has dicho, compi!
Otro besote.