Matisse
En el cuarto amarillo
los amantes encienden las palabras.
Qué importa lo que duren, si prenden rápido,
si se tiñe la cama con reflejos de plata, azul, rojo,
naranja, si no suena otra cosa, si los miedos
se escapan y florecen
las quemaduras de la sábana.
Las palabras se afilan
con fuego de palabras.
Los amantes ensayan.
Invención de gato. Vanesa Pérez-Sauquillo
1 comentario:
Lo veo negro.
Saludos
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