ALONSO BICAMPEÓN: ¡enhorabuena!
Cuentan los griegos que Aristóteles debía designar un sucesor para su escuela. La elección era entre Menedemo de Rodas y Teofasto de Lesbos. El filósofo deliberó largo tiempo, pidió que le sirvieran vino de ambas islas, bebió a sorbos de los dos y le dio la palma al de Lesbos porque tenía más cuerpo.
2 comentarios:
Los filósofos y más Aristóteles siempre tienen la razón.
Interesante anécdota.
Saludos
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