Dicen que la emperatriz Wu Hu, de la dinastía Tiang de la China del siglo V, exigía a todos los dignatarios gubernamentales que visitaban la corte, incluso a los embajadores extranjeros, que le rindieran honores practicándole el cunnilingus. Pinturas antiguas la representan con las faldas levantadas y sostenidas por sus fieles lacayos, mientras que un personaje arrodillado le "rinde homenaje".
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2 comentarios:
Iba a hacer un comentario ingenioso con los conceptos "lengua", "idiomas" y "hablando se entiende la gente", pero luego me acordé que no se hacer comentarios ingeniosos.
otra vez será.
Saludos.
Debió ser embarazoso en alguna ocasión. La diplomácia además de los cócteles tiene otros tragos.
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